E. Poveda, M. Mariño, F. Montesdeoca
A mediados del mes de marzo del presente año, gran parte de la población mundial se vio afectada por la aparición del coronavirus (COVID-19), la llegada de este nuevo patógeno cambió de forma drástica la vida cotidiana de las personas y provocó que en todas las naciones se implementen medidas de seguridad de forma inmediata.
En Ecuador se tomaron medidas de prevención como: el toque de queda, limitar la circulación de vehículos e individuos, distanciamiento social, cancelación de eventos masivos, suspensión de clases en escuelas, universidades y cierre de guarderías.
En el campo de la educación la UNESCO el 07 de julio de 2020 señaló que “a causa de la crisis suscitada por el COVID-19, existen al menos 1.500 millones de alumnos, es decir, el 90% de la población escolar en el mundo no pueden asistir a sus establecimientos educativos. Los centros de enseñanza han tenido que adaptarse al aprendizaje a distancia, lo que les ha obligado a imaginar otros métodos pedagógicos”.
Debido a esta crisis sanitaria, el Ministerio de Educación de Ecuador, inauguró el taller denominado “Aprendamos ofimática: Docentes para acompañar a nuestros estudiantes desde casa”, organizado por el asesor educativo Mg. Ángel Romero. El principal objetivo es proporcionar a maestros herramientas digitales enfocadas al manejo de programas de office (Word, Excel y Powerpoint).
Además, en los meses de julio y agosto, 200 maestros serán capacitados a través de la plataforma virtual Teams, deberán asistir a 20 horas de clases online y realizar en casa 20 horas de trabajo; estas actividades están encaminadas a mejorar las habilidades en el manejo de estas herramientas digitales.
La educación se encuentra en un proceso de cambio y adaptación virtual a causa de la pandemia suscitada por el COVID-19, el uso de las tecnologías de innovación y comunicación (TIC’s) juega un rol de suma importancia dentro del aprendizaje de docentes y alumnos, esta experiencia permite evidenciar que los formatos educativos tradicionales deben pasar por una transformación oportuna y ser adaptados a las nuevas tecnologías que brindan métodos más didácticos de enseñanza para generar lazos de afectividad entre las dos partes.
“Creando espacios de afectividad de convivencia y aprendizaje en tiempos de COVID-19”, es un estudio realizado por Katherine Cáceres, investigadora de la ciudad de Quito, cuya investigación plantea la importancia de la afectividad entre profesores y estudiantes, igualmente comparte algunas recomendaciones para que los maestros desarrollen la clase online de mejor manera.
Margot Lazo y Paola Tamaquiza, psicólogas educativas explican que “la educación no involucra el aspecto teórico, sino comprende el manejo de las emociones; los docentes a diario se enfrentan a situaciones de tensión que influyen tanto en el ámbito personal como en los procesos de enseñanza”, se recomienda que el ambiente de clases se desarrolle de la mejor manera posible empatizando con el estudiante, de tal manera que se genere un ambiente cálido y de motivación.
La confianza es la clave para fortalecer la afectividad, sin cruzar la línea de respeto entre alumno y maestro, el construir estrategias dinámicas hará que los estudiantes tengan mayor participación e interés por la clase, esto se lo puede lograr por medio de: talleres, debates, foros, trabajos en grupo y ensayos considerando las aptitudes de todos.
Catalina Urbina, docente de cuarto año de la Unidad Educativa Liceo Policial Galo Miño de la ciudad de Ambato, expone que “fue un gran cambio pasar de la modalidad presencial a la virtual, un proceso largo pero eficiente, algunas instituciones se adelantaron a la problemática que podía representar la pandemia, por lo que tomaron la iniciativa de impartir charlas a los docentes para generar ideas de cómo llevar a cabo la clase desde casa, sin embargo, la auto preparación fue indispensable para el manejo de herramientas digitales”.
“Paciencia, responsabilidad y empatía son las virtudes que todo docente debería tener” enfatiza Urbina, mientras recordaba el esfuerzo que conlleva hacer de sus clases más interactivas e interesantes para los jóvenes, uno de sus métodos fue ponerse un sombrero con una nariz de payaso y explicar los temas con un lenguaje sencillo para no perder la atención de sus alumnos. Los resultados fueron positivos, los estudiantes se vieron motivados y las tareas fueron satisfactorias para la docente.
La UNICEF el 22 de junio de 2020 señaló que “a los niños les resulta difícil mantener la distancia física con sus amigos y maestros, pero hay que adoptar nuevas formas de animar y establecer un vínculo para seguir conectados”, es decir, el docente debe buscar estrategias que le permitan fortalecer la parte emocional con sus alumnos generando un ambiente de empatía.
Referencias
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