Con el objetivo de ayudar al mejor amigo del hombre, se creó un sistema de hidroterapia canina en la Facultad de Ingeniería en Sistemas, Electrónica e Industrial (FISEI) de la Universidad Técnica de Ambato.
La displasia coxofemoral es una enfermedad degenerativa en la que se desgasta la cadera, impidiendo, con el paso del tiempo, que el perro camine. Al no tener cura, muchos expertos internacionales recurren a este tratamiento que ayudan a esta dolencia. Sin embargo, en Ecuador no existe este tipo de tecnología que permita mejorar la condición de canes con esta afección.
Carlos Moya, estudiante de FISEI, desarrolló una estructura metálica, rectangular, con paredes de un metro de alto, y en su interior una caminadora eléctrica que obliga al can a caminar. La principal característica es que al interior debe llevar un nivel de agua prudente según el tamaño del perro.
El agua juega un papel importante en el tratamiento, por sus propiedades de flotabilidad facilita la movilidad en las extremidades, soportando menos peso físico que al estar pisando en tierra firme, Además, las propiedades físicas y químicas del agua, junto con su efecto analgésico, disminuye el dolor al hacer el ejercicio.
A pesar de que la displasia de cadera no tiene cura, esta máquina contribuye en el tratamiento de las dolencias y sobrellevarlas; fue comprobado en tres perros, de los cuales los tres mostraron mejoría después de dos meses de tratamiento. Cada sesión consiste en caminar dentro de la máquina con el objetivo de estimular los músculos de las extremidades y que crezcan hasta fortalecer la zona pélvica del cuerpo del can.
Está diseñada específicamente para perros de raza pequeña, que con ayuda de una persona los introducen en la máquina para que empiecen a caminar. Cuenta con un motor eléctrico, conectado a una plataforma de monitoreo que permite al usuario escoger en una pantalla la lectura y ejecución de acciones. A través de esa pantalla también se selecciona el nivel de agua adecuada, la temperatura de la misma y la velocidad respectiva de la caminadora. Todo este sistema está enlazado a una página web donde el dueño del perro podrá revisar los avances de su mascota durante cada sesión de tratamiento.
Este aparato también sirve en otro tipo de enfermedades óseas, como artritis, osteoporosis, y todas aquellas que influyan en el movimiento articular de canes. El diseño de la estructura equivale al valor aproximado de $1500 USD, sumado al diseño electrónico evaluado aproximadamente en $900 USD. Actualmente está siendo usado en la Clínica Veterinaria Americana y según Carlos, el autor de este proyecto, asegura que es una inversión que vale la pena hacerla.
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