J. Aimara, A. Montero, N. Sagñay, N. Sagñay
Sebastián Espín estudiante de Centro de Desarrollo Infantil Melita´s Garden, se detalla en las emociones que son importantes para el crecimiento del infante; existe emociones negativas que van a influir en su alimentación y desarrollo cognitivo, pero también existe emociones positivas que son las encargadas de mantener una buena salud mental y hábitos alimenticios. “La actitud emocional en la conducta alimentaria en los niños y niñas de 3 a 4 años” la investigación es realizada por la egrasada Gina Duran Pozo de la Carrera de Educación Parvularia de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de la Universidad Técnica de Ambato, con el objetivo que los pequeños tengan un buen bienestar.
Durante de la investigación se identificó la relación entre las emociones y alimentación por ende, los estados emocionales y el ánimo de los niños que pueden influir en la conducta alimentaria, se encuentra relacionada con las expresiones universales como: felicidad, tristeza, ira, miedo, sorpresa, desdén y asco. A través de los gestos faciales se identifica como una herramienta para la educación emocional.
Se realizó una encuesta a 28 niños del Centro de Desarrollo Infantil Melita´s Garden en la cual, se analizó (siempre, a veces y nunca) los resultados de las emociones y alimentación. El 64% significa que siempre expresan sus emociones al momento de alimentarse, 25 % indica que a veces, mientras que el 11% nunca demuestran alegría al momento de degustar la comida.
Los niños disfrutan de los alimentos proporcionados de casa son 64%, en cambio el 25 % de vez en cuando y el 4% corresponde que no desean alimentarse. Teniendo en cuenta que los niños dejan los alimentos en sus platos obtiene un 15% por el motivo de tristeza o enojo, el 32% corresponde que a veces y el 14% nunca deja sus alimentos en el plato cuando están tristes o enojados.
La educación emocional es importante para el proceso de aprendizaje de los niños porque se asemejan por las emociones físicas y psicológicas, tanto como el lenguaje verbal y no verbal, debido que es muy difícil que los infantes reconozcan sus propias emociones, es decir que están relacionadas con la conducta alimentaria porque son fenómenos de carácter biológico y cognitivos, los sentimientos de los niños se caracterizan por presentar mayor intensidad.
La práctica de la educación emocional se realiza a través de actividades: juegos didácticos, manualidades, colorean, deportes. Es un pilar fundamental en la inteligencia emocional que determinan los estados de ánimo de los pequeños, también se refleja la actitud siendo una reacción ante cualquier situación de la vida cotidiana; desde temprana edad los niños comienzan a exteriorizarse básicamente a través de la expresión del inconsciente que demuestra desde el interior de su ser.
La alimentación familiar es una influencia para el desarrollo y mantenimiento de los trastornos de la conducta alimentaria, la alimentación en los primeros años de vida de los niños es importante porque en esta etapa realiza la primera transición de la alimentación basada en la leche materna, y después cambiar a los alimentos sólidos se afirma que la conducta alimentaria tiene mucha relación con las emociones. Esto quiere decir que el apego emocional que realice tanto con su madre y con la persona que lo cuida, debe estar muy ligada porque la persona será quien le enseñe los hábitos y responsabilidades alimenticios, la afectividad no solo está en casa sino también en su segundo hogar que es la escuela, será de mucha ayuda para que el niño tome decisiones sobre la conducta alimentaria, esto significará un desarrollo adecuado de su salud en el futuro.
Las emociones, tanto positivas como negativas, son necesarias, porque permiten adaptarse en las diferentes circunstancias de la vida diaria. El resultado de las emociones evoluciona a medida que el niño crece y toma mayor contacto con el mundo social, entre los 6 a 18 meses se manifiesta el pre – emociones, desde los 18 meses hasta los 3 años aparecen las emociones simples, 3 a 6 años se demuestra las emociones sociales.
Se afirma que los niños de 3 a 4 años transmitan su emoción social porque ayuda a relacionarse más allá del entorno familiar y amplía sus relaciones en los parques, en la escuela, etc. Es decir el desarrollo físico, emocional y cognitivo evolucionan de manera simultánea, debido que se demuestra los deseos y objetivos que tienen los infantes en la cual, demuestran sus aprendizajes en la educación.
Fuente
Comments