E. Poveda, M. Mariño, F. Montesdeoca
La aparición del COVID-19 a mediados del mes de marzo, ocasionó preocupación a padres de familia y estudiantes, debido al cierre obligatorio de instituciones educativas alrededor del mundo; aunque el ciclo académico finalizó de manera virtual, un nuevo desafío educativo viene el próximo mes de septiembre, los padres de familia deben escoger la modalidad en la cual sus hijos/as recibirán clases con el fin de evitar retrasos en el aprendizaje de sus representados.
Es importante saber acerca del funcionamiento del nuevo período educativo ante la posibilidad de un regreso a clases de forma presencial, por lo tanto, es necesario empezar con una reestructuración del método de estudio que cuente con reglas de distanciamiento social y bioseguridad para que los estudiantes puedan concentrarse y participar sin riesgo de contagio.
Las instituciones educativas como: guarderías, escuelas, colegios y universidades antes de reabrir sus puertas tendrán que capacitar al personal docente, administrativo y de servicio con respecto a medidas de salubridad para enfrentar al COVID-19, además, se debe modificar los horarios y días de clases para que los estudiantes asistan de manera intercalada, es decir, lunes, miércoles y viernes de una semana y para la siguiente los días martes y jueves. También las familias se verán obligadas a intensificar protocolos de limpieza y desinfección dentro del hogar.
Jandir Matos, experto en educación dijo durante una entrevista en el noticiero Televisa que “existen grupos de alumnos que prefieren la educación física, por el contacto y las sensaciones que este proceso involucra, sin embargo, la comunidad estudiantil debe adaptarse al nuevo entorno con medidas de bioseguridad”, tomando en cuenta que dichas actividades no podrán ser implementadas directamente por su alto riesgo de infecciosidad.
La cadena televisiva CNN menciona que “mantener a los chicos alejados unos de otros es un gran desafío. Posiblemente, en unos meses varios países tendrán el reto de iniciar un nuevo ciclo escolar y tal vez el COVID-19 siga presente, un escenario posible ante el cual la comunidad educativa debe estar preparada y tomar las respectivas precauciones”, con esto se pretende mantener la salud de todos dentro y fuera de sus instituciones.
El Homeschooling (Educación en el Hogar) es otra alternativa adoptada para evitar que los estudiantes se expongan al contagio del COVID-19, de acuerdo al Ministerio de Educación de Ecuador esta modalidad implica que “los padres de familia o representantes asumen la responsabilidad de educar directamente, o mediante docentes-tutores, a sus hijos/as con el apoyo y seguimiento de su institución educativa que garantice el proceso educativo”, cabe recalcar que este proceso no es nuevo, ya que dentro del país ha existido esta opción por más de una década y que su resultado es evaluado directamente por la institución.
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