A. Collahuazo, I. Gallardo, A. Muñoz
La Facultad de Contabilidad y Auditoría (FCA) de la Universidad Técnica de Ambato (UTA) desarrolla su proyecto “Percepciones acerca de la contaminación del aire generada por el transporte urbano en Ambato”, investigación a cargo de los docentes investigadores:
César Mayorga como coordinador, Mery Ruiz, Darwin Aldaz y John Reyes.
El Transporte es el traslado de personas o bienes de un lugar a otro, esto genera externalidades negativas como: el cambio climático, la congestión vehicular, ruido, accidentes de tránsito y la contaminación del aire.
La contaminación del aire es causada por la presencia de gases en la atmósfera (polvo, olores, neblinas, humo o vapor), esto desemboca en múltiples efectos negativos a la vida humana, vegetal y animal, sin embargo, el auge de dicha contaminación es en el siglo XVIII, dónde la industrialización da hincapié a la creación de nuevos desperdicios sólidos, líquidos y sobre todo gaseosos, así llegaría el consumo de combustibles fósiles, la motorización y la era moderna, en donde la presencia humana casi siempre representa un peligro ambiental.
A partir de la invención del automóvil, se toma en cuenta el hecho de crear medios de transporte masivos para la población que tenía escasos recursos económicos para la compra de un vehículo personal, esto genera a inicios del siglo XX la creación de los autobuses, taxis y las compañías de transporte.
En Ecuador se crea en 1929 el Ministerio de Transporte y Obras Públicas por parte del presidente Isidro Ayora, donde el país incursiona en el transporte público terrestre, finalmente en 1945 aparecerían las primeras cooperativas de transporte, 4 años después el primer Sindicato de Choferes Profesionales, actualmente existen 425 cooperativas de transporte a nivel nacional.
La congestión vehicular es la consecuencia del exceso de medios de transporte en las carreteras, lo cual aqueja a miles de personas de varios países en el mundo, Ecuador no es la excepción, además, la ciudadanía desconoce el costo que genera a la sociedad la congestión del transporte público urbano, cada año la tenencia y uso del automóvil junto con una inadecuada planificación territorial, generan pérdidas incuantificables tanto en las calles congestionadas como en la contaminación del aire.
En Ecuador, la contaminación del aire está determinada como un problema de salud pública que afecta sobre todo a niños y a adultos mayores y se la asocia con asma, a esto se le suman daños en la economía, perjuicios al medio ambiente y efectos fisiológicos o psicológicos en los seres humanos.
Todo esto repercute económicamente en diversas aéreas que no son pagadas por los transportistas, porque influyen de manera directa en la sociedad a través de los Costos Sociales Externos (CSE).
Entre las repercusiones económicas se contemplan:
· Pérdidas por efectos directos o indirectos en la salud humana, en el ganado y en las plantas.
· Pérdidas por gastos de mantenimiento de las edificaciones y la depreciación de objetos y mercancías expuestos.
· Pérdidas indirectas por mayores gastos de transporte en tiempo de niebla contaminada, o de electricidad por la necesidad de encender el alumbrado antes del horario establecido.
· Costo de investigaciones destinadas a la lucha contra la contaminación.
Tomando en consideración lo anterior expuesto, a partir de los datos de la Dirección de Tránsito, Transporte y Movilidad de Ambato (DTTM) se desarrollaría la búsqueda de información para el subsecuente análisis sobre la contaminación que se genera en la ciudad, así como los costos que esto conlleva.
Los datos de la presente investigación arrojaron los siguientes resultados:
En torno a las encuestas, las personas consideran a los vehículos de transporte público como los más contaminantes debido a su funcionamiento exclusivamente con diesel, esto parece ser afirmado por los valores resultantes en torno a las emanaciones de vehículos de la investigación previa, en donde las emisiones contaminantes de rango medio alto poseen los siguientes valores: 59% para la gasolina y un 69% para el diesel, concluyendo que los automotores impulsados por este combustible superan en contaminación a pesar de tener un número reducido a comparación con los vehículos de uso personal.
Por otro lado, el gasto mensual por una enfermedad que devenga de esta contaminación es significativa, teniendo en cuenta que más de 5 afecciones diferentes provienen de la misma, ante esto se tomó en consideración el pago del impuesto DAP (Dispuesto a Pagar) por parte de los ciudadanos para mitigar dicha contaminación en un 7,7%, sin embargo, el resultante previo de los costos de salud a partir de la contaminación, hace que muchas de las personas que padecen una enfermedad o que podrían padecer en el futuro prefieran no gastar en este impuesto, rediciendo en un 11% el número total de personas dispuestas a pagarlo.
El DAP optimiza el recurso que el consumidor/a dispone a la reducción ínfima de su ingreso económico anualmente, como consecuencia la o el ciudadano contribuye a mitigar los factores negativos ya mencionados por la contaminación del transporte urbano.
En conclusión, la gente considera que la contaminación del aire radica en: el índice elevado de emisiones en los sectores analizados, la falta de control legal, el uso del diesel como combustible en las unidades de transporte y que el aire contaminado incide en la salud de la niñez, mujeres embarazadas y adultos mayores, además un buen número de ciudadanos no dispone a pagar un impuesto de $17.00 anuales para frenar la contaminación ambiental.
Cabe recalcar que cada ciudadano/a debe fomentar un ambiente limpio para que las futuras generaciones proliferen este cuidado, tanto a la salud como al ambiente, razón por la cual el presente proyecto continúa en ejecución.
Referencias:
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