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  • Foto del escritorUniversidad Técnica de Ambato

La Naturaleza: patrimonio con derechos vulnerados

Avila.D, Berrones.G, Naranjo.E, Rosero.X.

En el planeta existen 4.060 millones de hectáreas de bosques, lo que representa el 31% de la superficie terrestre. Pero, según las Naciones Unidas el espacio de vegetación disminuye cada año a menor ritmo; en los últimos 5 años a nivel global se perdió 10 millones de hectáreas. En este sentido, Tania Jaramillo egresada de la carrera de Derecho de la Universidad Técnica de Ambato investiga sobre la “Deforestación en zonas urbanas y el derecho a vivir en un ambiente sano”.


La deforestación es una intervención dañina en el medio ambiente, debido a las actividades que realizan los humanos para la extracción y aprovechamiento desmedido de recursos naturales que los ayuden a la sobrevivencia. ¿Esta acción es negativa para el desarrollo de la vida? La deforestación pone en peligro la biodiversidad, especialmente de los sectores rurales y zonas tropicales en donde se encuentran más espacios verdes, flora y fauna nativa. Así también, agravan el cambio climático y dificultan la calidad de vida, puesto que, si se pierden los bosques también se pierde la purificación del agua y el aire, y esto afecta a la salud de las personas.


La investigación de campo de Jaramillo se publicó a inicios de 2021 y se enfoca en la realidad de Ambato, pues afirma que el 65% de la población encuestada acuerda que los espacios verdes que tiene la ciudad no son suficientes para vivir en un ambiente sano. Esto se debe a que existen grandes proyectos viales que, según un especialista en planificación vial “se aplican las medidas que establecen el Ministerio del Ambiente de buenas prácticas ambientales” y un plan de recuperación. Sin embargo, los resultados del estudio indican que el Índice Verde Urbano es muy poco porque apenas llega a los 5m2 por ciudadano, mientras lo establecido por la Organización Mundial de la Salud es mínimo 9m2.


La protección, cuidado y mantenimiento de los espacios verdes en las urbes no sólo garantizan el vivir en un ambiente sano, sino también “facilita la práctica de deportes, la recreación, el esparcimiento y la integración social”.




El gobierno ecuatoriano en el 2019 aprobó un nuevo Plan Nacional de Reforestación, cuya iniciativa es replantar 30.000 hectáreas de bosque para recuperar los ecosistemas que se perdieron por incendios forestales y tala de árboles. El plan espera alcanzar esta meta hasta el 2030, con el objetivo de“incrementar la conservación y la gestión sostenible del patrimonio natural y sus servicios ecosistémicos”. Es decir, busca preservar la naturaleza para que la sociedad goce de los servicio que otorga, entre ellos están: agua limpia, oxígeno, formación de suelo, regularización del clima, y abastecimiento de recursos naturales.

Según este estudio, la situación de deforestación en Ecuador es diferente a la perspectiva mundial, pues de 2014 a 2016 incrementó en más del 10%. Por lo cual, con la aplicación del Plan de Reforestación previsto hasta el 2021 se esperaba beneficiar a 17’728.784 personas, esto representa la población total.

La sociedad se encuentra en constante desarrollo por lo que requiere de proyectos viales para satisfacer las necesidades ciudadanas. Al momento de proceder con estas obras las personas recurren a la deforestación de la naturaleza para cumplir con las construcciones. Ante esta situación se evidencia la vulneración del derecho a vivir en un ambiente sano, porque se crean carreteras sin que haya una reforestación que subsane el daño causado.

La Constitución de la República del Ecuador 2008 establece derechos que respaldan a la naturaleza los cuales son: Art.71. “la naturaleza tiene derecho a que se respete íntegramente su existencia”, Art. 72. “es obligación del Estado restaurar el medio ambiente e indemnizar a los individuos que dependan de los sistemas naturales afectados”, Art. 73. “El Estado tomará medidas de precaución y restricción para las actividades que puedan causar la extinción de especies la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los ciclos naturales” y Art. 74. “las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades tendrán derecho a beneficiarse del ambiente”.


A pesar que existe estos derechos a favor de la naturaleza no se los cumple, a causa del fenómeno de urbanización que rodea el país, en donde lo importante es construir edificios, puentes y carreteras a costa de la destrucción del medio ambiente.

Ecuador a pesar de ser uno de los países mega diversos del mundo, en los últimos años perdió una considerable cantidad de bosques por: expansión agrícola, incendios forestales y actividades relacionadas con la minería y el petróleo. Según datos del Ministerio de Ambiente y Agua, “cada año se pierde un promedio de 94.353 hectáreas de bosque”.


Finalmente, la destrucción de los ‘pulmones del planeta’ ocurre porque en el país hay expansión de la frontera agrícola, pues, las personas que habitan en las zonas tropicales ven la necesidad de convertir las áreas forestales en tierras agropecuarias para poder sobrevivir. Mientras, las empresas privadas deforestan los bosques para la construcción de edificios y carreteras bajo el concepto de calidad de vida; además de aprovecharlos para la plantación de especies como la palma africana, teca y melina que representan una importante fuente de ingreso en la zona costera.

¿Cuáles son los desafíos ambientales de Ecuador para el 2021?


Referencias:


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