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Foto del escritorUniversidad Técnica de Ambato

La pandemia agrava casos de tratamiento y diagnóstico a pacientes con VIH

Ramos L. F., Balseca Y., Rojas A. y Medina D.


Han pasado más de 30 años desde que en los Estados Unidos se diagnosticó por primera vez el caso de una rara enfermedad ahora llamada SIDA. En ese entonces, se consideraba una sentencia de muerte. No había tratamientos disponibles, se desconocía la causa y las personas con frecuencia morían unos pocos meses después de recibir el diagnóstico.

El sida figuraba entre las 10 principales causas de muerte a nivel mundial, ocupando el octavo lugar entre los años 2000 y 2019. Pero luego de la catástrofe sanitaria causada por el Covid-19 se desconocen las cifras exactas y los niveles de afectación provocados por la falta de tratamiento para esta afección.

“Factores predisponentes y adherencia a TARV en pacientes infectados por el VIH en la provincia de Cotopaxi-Ecuador” es un proyecto de investigación realizado por la Facultad de Ciencias de la Salud con el objetivo de evaluar los factores predisponentes para la infección por VIH y la adherencia de la terapia antirretroviral (TARV) en un grupo de pacientes infectados con este virus en la provincia de Cotopaxi.

VIH y Sida

Cifras de contagios según la OMS


Los términos VIH y SIDA pueden ser confundidos porque están relacionados, pero las personas que tienen VIH no siempre desarrollan SIDA.

El VIH (virus de inmunodeficiencia humana) es un virus que se transmite de persona a persona y daña al sistema inmunológico al infectar y eliminar las células CD4 (linfocitos-T colaboradores), un tipo de glóbulos blancos. En las etapas más avanzadas de la infección con este virus, la pérdida de estas células resulta en un debilitamiento del sistema inmunológico, lo cual fomenta que surjan las infecciones oportunistas, que un cuerpo sano generalmente combatiría, algunos tipos de cáncer y otros trastornos a la salud.

El Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) ocurre cuando la infección con el VIH ha dañado gravemente el sistema inmunitario, un proceso que puede tomar años. En los Estados Unidos y otras naciones industrializadas, el tiempo promedio entre haber contraído el VIH y el haber desarrollado el sida en etapa avanzada es de aproximadamente 10 años en caso de que la persona no reciba tratamiento, pero en algunas personas esto puede ocurrir en menos tiempo.

“Una persona puede desarrollar la enfermedad y no enterarse hasta que es demasiado tarde, ya que a menudo no se presentan síntomas”

Según la OMS, 36,9 millones de personas en el mundo vivían con VIH durante el 2017; de estos 35,1 millones eran adultos y 1,8 millones eran niños menores de 15 años, en ese mismo año se produjeron 1,8 millones de nuevas infecciones.

Además, de acuerdo con el informe de monitoreo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida –ONUSIDA, en el 2017 fallecieron 940 mil personas a causa de enfermedades relacionadas con el virus.

Transmisión del VIH

El VIH puede transmitirse de una persona a otra cuando la sangre o algún fluido corporal (semen, secreciones vaginales o leche materna) de una persona infectada ingresa al organismo de una persona no infectada. Entre las vías de transmisión se incluye:

  • Sexo vaginal, anal u oral sin protección con una persona infectada.

  • Compartir jeringas y otros utensilios en el consumo de drogas con personas que tienen el VIH.

  • Exposición prenatal (antes del nacimiento) y perinatal (durante y justo después del nacimiento) de recién nacidos por sus madres con el VIH.

  • Lactancia de madres infectadas con VIH

  • Productos de transfusión sanguínea que contienen el virus.

  • Trasplante de órganos de donantes infectados con el VIH.

  • Heridas profundas o accidentes que los profesionales médicos (por lo general, piquetes con agujas que fueron usadas en personas infectadas) mientras atendían o manipulaban la sangre de pacientes con el VIH.

El VIH no se transmite a través de los mosquitos, garrapatas ni otros insectos. Tampoco se transmite por el contacto casual como las conversaciones, saludar de mano, estornudos, compartir platos (trastes), compartir baños, teléfonos o computadoras, ni a través del agua. No se transmite a través de la saliva, las lágrimas ni el sudor.

Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos causaron algunas infecciones con el VIH a principios de la década de 1980. Gracias a las nuevas precauciones y a las pruebas detalladas en los bancos de sangre, este riesgo ha sido casi completamente eliminado.

Entrevista a la PhD. Lizette Leiva


El Sida en números

• En 2017, el 75% de las personas que vivían con VIH conocía su estado serológico con respecto al VIH. El 59% de los adultos y el 52% de los niños que viven con VIH tienen acceso al tratamiento antirretroviral (TARV).

• En 2017: 21,7 millones de personas que vivían con el VIH tenían acceso a tratamiento antirretroviral, lo que corresponde a un aumento de 2,3 millones desde 2016 y con relación a 8 millones desde el 2010.

• En el 2017, el 80% de las mujeres embarazadas que vivían con VIH tuvieron acceso a tratamiento antirretroviral para evitar la transmisión de VIH a sus hijos. Cada vez son más los países donde la tasa de transmisión materno-infantil es muy baja, y algunos de ellos (Armenia, Belarús, Cuba y Tailandia) han recibido la certificación oficial de eliminación por esta vía de contagio.

VIH en el Ecuador

• Los primeros casos de VIH en el Ecuador fueron detectados en 1984; las estimaciones realizadas por el MSP con el apoyo técnico de ONUSIDA, indican que para el cierre del 2017 existieron 36.544 personas viviendo con VIH -PVV en el país, y de estas, el grupo de edad entre 15 a 49 años es el más afectado por la epidemia, con mayor número de casos en hombres.

• La epidemia de VIH en el Ecuador es de tipo concentrada, principalmente en personas trans femeninas (MTF) (34,8 % en Quito y 20,7 % en Guayaquil) y de hombres que tienen sexo con hombres (HSH) (16,5 % en Quito y 11,2 % en Guayaquil). Por otra parte, en la población general la prevalencia nacional es de 0,3 en personas entre 15 y 49 años.

• Para el año 2017, la tasa de prevalencia para el grupo de edad de 15 a 49, la cual es considerada sexualmente más activa es de 0,3 encontrándose por debajo del promedio latinoamericano que se registra en 0,5. Por otra parte, la tasa de incidencia de VIH en el Ecuador para el 2017 se encuentra en 0,22 por cada 1.000 habitantes.

• En 2017, el Ecuador ratificó la estrategia para la Eliminación de la Transmisión Materno Infantil de VIH, misma que se pueda dar durante el embarazo en el momento del parto, y/o a través de la lactancia materna. Los niños o niñas cuyas madres son VIH positiva, no necesariamente se infectarán al momento del nacimiento, es decir es una infección evitable, siguiendo las acciones planteadas en la Estrategia para la Eliminación de la Transmisión Materno Infantil de VIH, la probabilidad del riesgo de transmisión de VIH de madre a hijo se reduce del 40% al 2%, por lo que se deben hacer todos los esfuerzos para el efecto.

• Se ha demostrado que el factor de riesgo más importante asociado con la transmisión materno infantil es la carga viral; a mayor carga viral de la gestante, mayor riesgo de transmisión. Por lo que el diagnóstico y la administración de antirretrovirales deben iniciarse lo antes posible.

• La prevalencia de VIH en mujeres embarazadas en el Ecuador es del 0,16 ; la proyección de mujeres embarazadas para el año 2018 es de 415.631.

• En 2017, se notificaron 433 casos de VIH en mujeres embarazadas, mientras que en el primer semestre del 2018 se han notificado 191 casos de mujeres embarazadas viviendo con VIH.

• Al 2017 en el Ecuador se reportaron 3.533 nuevos casos de VIH de los cuales 2.344 fueron hombres y 1.189 mujeres, con mayor énfasis en el grupo de 20 a 49 años.

• La provincia del Guayas se presenta la mayor concentración de notificación de casos nuevos en 2017, con el 31%, seguido por Pichincha con 23%, Esmeraldas con 7%, El Oro con 5%, Los Ríos y Manabí con 4,9%.

Pruebas para detectar la infección con el VIH

El VIH es detectado con mayor frecuencia mediante las pruebas de detección que analizan los anticuerpos contra este virus en la sangre. Otras pruebas analizan los anticuerpos en fluidos de la saliva. Cuando el cuerpo se infecta con el VIH, comienza a producir anticuerpos contra el virus para tratar de combatirlo y aunque no pueden hacerlo, por lo general pueden encontrarse en la sangre y en otros fluidos corporales dentro de varias semanas de haberse dado la infección. Las pruebas de detección del VIH buscan la presencia de estos anticuerpos, y no al virus en sí ya que es más difícil de detectar.

Las pruebas del VIH están disponibles para usted en muchos centros de atención médica (consultorios de los médicos, hospitales, clínicas locales y algunos centros de salud). Y también hay pruebas que se pueden adquirir en las farmacias para tomar las muestras en su casa. Usted mismo puede someter la muestra a prueba o enviar la muestra a un laboratorio.

VIH en el primer semestre de 2020

Hay indicios de que, desde el inicio de la pandemia, el número de personas que se han realizado la prueba para detectar la infección por el VIH ha disminuido drásticamente tanto en el Caribe como en América Latina, según informó la OPS. En el primer semestre del 2020, se realizaron en ocho países de América Latina y el Caribe - Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Perú, República Dominicana y Santa Lucía - aproximadamente 4.000 diagnósticos menos de infección por el VIH que en los primeros seis meses del 2019. Las personas sin diagnóstico de la infección por el VIH no tienen acceso al tratamiento antirretroviral, por lo que corren el riesgo de perder la vida y pueden seguir exponiendo a otros a la infección.

“La COVID-19 plantea un desafío para la prevención, las pruebas, el tratamiento y los servicios de atención de salud para pacientes con VIH”, manifestó César Nuñez, Director Regional de ONUSIDA. “Cualquier desaceleración en la prestación de estos servicios dejará a muchos grupos particularmente vulnerables en mayor riesgo de infección por el VIH o muerte relacionada con el sida”, advirtió.

Prevención de la infección con el VIH y del Sida


La mayoría de las infecciones con el VIH en todo el mundo se dan mediante las relaciones sexuales entre personas no infectadas con personas infectadas. Por lo tanto, no tener sexo sin protección con personas infectadas puede prevenir la mayoría de las infecciones con este virus. Si las personas en una pareja no están infectadas, y ambas evitan cuidadosamente las actividades que podrían ocasionar la infección con el VIH (siendo monógamas y sin compartir jeringas con nadie), entonces el sexo sin protección puede ser seguro. Utilizar un condón de látex o plástico de principio a fin cada vez que tenga actividad sexual con alguien de quien no tenga certeza sobre su estatus de VIH puede disminuir su riesgo considerablemente.

La segunda causa más común de infección con el VIH es por compartir jeringas usadas y otros utensilios similares con personas que consumen drogas inyectadas y que son portadoras de este virus. Para dichas personas, la forma más segura de evitar el VIH es simplemente dejar de inyectarse.

Sin embargo, algunas personas no pueden abstenerse por sí mismas, o requieren de ayuda para poder abstenerse, lo cual puede que no permita que dejen el hábito de inmediato. Para estas personas, el uso de jeringas y utensilios de inyección esterilizados (como artículos nuevos y sin que vuelvan a utilizare una segunda vez) puede ser útil para su protección.

Algunas regiones cuentan con programas para asegurar que los consumidores de drogas tengan acceso a jeringas nuevas (esterilizadas). Casi en todos los lugares donde han iniciado estos programas, se ha reducido el número de nuevas infecciones con el VIH entre las personas que se inyectan estas sustancias.

Para la gente que está en riesgo elevado de infección con el VIH, tal como los consumidores de drogas inyectables y las personas cuyas parejas tienen el virus, tomar cierto medicamento es otra forma que ayuda a reducir el riesgo de infección. A este método se le conoce como profilaxis pre-exposición o PrEP por sus siglas en inglés. Las personas que emplean la PrEP deben tener la disposición y disciplina de tomar la píldora cada día y acudir al médico cada varios meses para someterse a pruebas periódicas de VIH, reabastecer sus recetas y hacer el seguimiento correspondiente.

En el caso de una posible exposición al VIH durante una situación específica, tal como un condón que se haya roto o algún otro tipo de exposición de una persona que podría tener el virus, existe una opción de “tratamiento a la mañana siguiente” para procurar reducir el riesgo de infección. Este tratamiento consiste en tomar medicamentos contra el VIH todos los días durante las cuatro semanas siguientes.

Las madres con el VIH pueden transmitir el virus al bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Es posible reducir en gran medida este tipo de infecciones mediante tratamiento con medicamentos contra el VIH para las madres infectadas y los bebés, así como emplear una cesárea durante el parto y evitar amamantar el bebé.

Los trasplantes de órganos y tejidos de donadores humanos conllevan un riesgo muy pequeño de VIH y otras infecciones, pero los donantes son sometidos a pruebas minuciosas para reducir el riesgo tanto como sea posible.

Tratamiento contra la infección con el VIH y el Sida

El tratamiento contra el VIH y el sida tiene tres principales metas: restaurar y preservar la función inmunológica; mantener el nivel del VIH en el cuerpo tan bajo y por la mayor cantidad de tiempo como sea posible; y prevenir, curar o controlar las infecciones oportunistas.

Cada uno de estos objetivos contribuirá en la calidad de vida de la persona al mejorar su salud y reducir su riesgo de padecer enfermedades graves junto con los efectos del largo plazo que ocasionan. Un tratamiento eficaz prolonga la vida.

El tratamiento principal contra el VIH actualmente hace uso de tres o más medicamentos contra el virus que se toman diariamente, lo cual es útil para bloquear su reproducción. El tratamiento contra este virus con medicamentos a menudo es referido como terapia antirretroviral (o TARV) debido a que el VIH es un tipo de retrovirus. Las combinaciones de antirretrovirales que son muy eficaces en detener el desarrollo del VIH a veces son referidas como terapia antirretroviral de gran actividad (HAART por sus siglas en inglés).

Hay docenas de antirretrovirales que pueden usarse en distintas combinaciones. La combinación óptima del tratamiento con antirretrovirales varía de acuerdo con la persona, la etapa de la enfermedad y ya sea si la infección de la persona es resistente o no a cualquier medicamento, entre otros factores.

Al desacelerar el crecimiento viral y mantener al sistema inmunológico tan saludable como sea posible, el tratamiento ayuda a reducir el riesgo de ciertos tipos de infecciones, los tipos de cáncer relacionados al sida y otros problemas de salud. Con un tratamiento eficaz, la enfermedad progresa más lentamente y las personas viven por más tiempo.

Puede que las personas infectadas con el VIH no requieran someterse a tratamiento inmediatamente. Debido a que este es un virus que progresa lentamente y sabiendo que los antirretrovirales producen graves efectos secundarios con el transcurso del tiempo, el momento ideal para comenzar con el tratamiento no se ha determinado de forma concisa. Pero los médicos han determinado que por lo general hay mejores resultados cuando los antirretrovirales se administran antes de que el sistema inmunitario se haya deteriorado gravemente.

Otras medidas que pueden tomarse para apoyar al sistema inmunológico involucran el tomar buenos cuidados de sí mismo, como:

  • Comer sanamente y hacer ejercicio de forma habitual.

  • Controlar el estrés.

  • Evitar las infecciones (lo cual puede incluir mantenerse alejados de personas que están enfermas, practicar la seguridad en la alimentación, obtener ciertas vacunas, tomar antibióticos y emplear las prácticas más seguras durante la actividad sexual, entre otras precauciones).

  • Dejar de consumir productos del tabaco y otras drogas.


Fuentes:

American Cancer Society: https://bit.ly/3lViS4T

Orgnización Panamericana de la Salud: https://bit.ly/3ANQPZx

Ministerio de Salud: https://www.salud.gob.ec/vih/

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