A. Collahuazo, I. Gallardo, A. Muñoz
Desde el mes de marzo del año 2020, gran parte de la humanidad se vio perjudicada por la presencia del nuevo coronavirus (COVID-19), con la aparición de esta pandemia la vida cotidiana de las personas cambió repentinamente, esto ocasionó que todos los países a nivel global lleven a cabo medidas de protección inmediatas.
En el ámbito económico, tanto a nivel personal como institucional la presente situación repercute en la Bolsa de Valores, ya que afectan considerablemente a los mercados en cuanto a inversiones, pensiones o cuentas de ahorro individual; grandes empresas cómo es el caso de Londres (-31,1%), Wall Street (-34,1%) en EE.UU y Nikkei (-28,7%) en Japón, han tenido una decreciente caída al inicio del brote pandémico, desde finales de diciembre del 2019, según Bloomberg el 19 de marzo de este año.
A causa de la Crisis Sanitaria los Bancos Centrales recortaron tasas de interés para el fortalecimiento de su economía, las reservas en restaurantes se desplomaron en países como Reino Unido(-82%), EE.UU(-84%), Irlanda (-86%), Alemania (-90%), Canadá (-94%), el precio del oro también se ha visto afectado cayendo de $1700 a $1476 y el precio del Petróleo se encuentra en nivel bajo, en diciembre del 2019 se encontraba en $66.48 actualmente se encuentra en $43,41 en la OPEP(Organización de Países Exportadores de Petróleo).
Dentro de América Latina para el presente año se tenía una previsión de crecimiento económico del 1,8% según datos de la CEPAL, sin embargo, a causa de la fluctuación del mercado a partir del COVID-19, se prevé para todas las franquicias e inversiones una caída financiera de entre el 3% y 4 %.
La disminución de socios comerciales crea un mayor auge dentro de los desempleos a nivel Latinoamericano y El Caribe; en 2016 existía un 53,1% de los trabajadores en el sector informal según la OIT esta cifra a partir de la crisis actual del coronavirus ha generado una multitud de emprendimientos caseros y servicios de entrega clandestinos.
En Ecuador el panorama es el mismo que América Latina, según la Superintendencia de Compañías se registraron 281 nuevos negocios en lo que va del año, 89 establecimientos se ubicaron en ese segmento, concentrándose en las provincias más pobladas: Pichincha, Guayas y Manabí. También ocurrió en Azuay, El Oro y Santo Domingo; a partir de ello, se crearon nuevos negocios de acuerdo a la necesidad, se crearon empresas y otras que abrieron una nota más a su RUC para generar nuevos productos.
Esta situación ocasionó dentro del panorama contable que varios ciudadanos muevan activos cuando no estuvieron involucrados en una actividad comercial anteriormente, esto desbalanceó el ejercicio contable dando paso al futuro de la asesoría, a través del Teletrabajo y el Comercio Digital.
La contabilidad inicia desde recabar la información que se generan en las empresas sean grandes, medianas o pequeñas, clasificarla, procesarla y generar información, no todo gerente tiene conocimiento contable; a su vez junto con la auditoria (la cual es el proceso siguiente a la contabilidad), ejerce el control con el ánimo de identificar procesos de las empresas que no se cumplan a cabalidad y que la información financiera sea la correcta.
Por consiguiente, los emprendimientos o negocios actualmente optan por transferir este tipo de comercio a lo digital, no se toma en consideración a un especialista en estos procesos contables. La situación del COVID-19 articula la recopilación de datos contables en la nube, así como también la aplicación del asesoramiento contable por Teletrabajo (ACUERDO MINISTERIAL Nro.MDT-2020-076).
Mediante las clases online se busca que los alumnos ganen el conocimiento necesario para desempeñarse profesionalmente, optimizando el tiempo en función de la creciente demanda por parte de los negocios originados durante la pandemia, gracias al avance que la tecnología permite, no sólo se mantienen las funciones generales, en torno a la profesión de Contabilidad y Auditoría, sino da un adelanto sustancial en torno a las previsiones de efectuar activamente el Teletrabajo a partir de 2025.
A manera de conclusión, si bien el surgimiento de las nuevas empresas incrementó exponencialmente, esto no genera un desbalance sino diversifica el mercado, haciendo que los nuevos productores innoven o digitalicen el comercio a nivel nacional y global, sin embargo, la falta de asesoramiento contable o ignorar estos procesos de un profesional podría llevar fácilmente a la desaparición de estos negocios con la misma velocidad que fueron creados.
Una vez se reactiven los reglamientos normales de entidades como el SRI, al verse inmersos en el cobro de impuestos podría generar una crisis para los pequeños productores, por ello iniciativas como formar profesionalmente a los alumnos de Contabilidad y Auditoría en estas dinámicas digitales, podría salvar a los emprendedores nacionales surgidos por la pandemia.
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