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  • Foto del escritorUniversidad Técnica de Ambato

SISTEMA ELECTRÓNICO PARA LA MOVILIDAD DE PERSONAS INVIDENTES.



Normalmente cuando pensamos en una persona ciega, solamente nos ceñimos a las personas que no perciben nada por el sentido de la vista, pero con el adjetivo de ciego se engloba a muchas personas que padecen alguna deficiencia visual más o menos severa que le provoca tener baja visión.

El ser humano adquiere sus nociones por medio de la vista hasta los 12 años, por esa razón la vista es considerada como el canal sensorial social del ser humano. Los ojos son los encargados de activar zonas del cerebro que emite respuestas motrices, este se ha convertido en el factor más importante en el desarrollo de las personas, lo que motiva a que desde muy temprana edad se estimula al niño a realizar diversas actividades las cuales en su gran mayoría son juegos como 8 por ejemplo el armado de rompecabezas, la construcción de edificios entre otros. La deficiencia visual se da generalmente por un proceso que afecta al cerebro o a su vez a la zona ocular, esto da origen a que las personas pierdan el sentido visual.

Esta investigación tiene como objetivo facilitar el desplazamiento de las personas invidentes hacia la biblioteca general de la Universidad Técnica de Ambato, de una forma segura y fácil debido a que las personas no videntes no van a requerir de una guía para desarrollar esta actividad, además de que se van a sentir autosuficientes. De esta forma se va a mejorar las facilidades que presta la Universidad Técnica de Ambato a las personas con discapacidad visual.

De acuerdo a los datos obtenidos de la Biblioteca General, en la Universidad Técnica de Ambato se tiene un total de 17 alumnos con discapacidad visual y de baja visión. Todos los estudiantes con discapacidad visual presentan problemas de inseguridad, por la dificultad de carencia de autonomía para desplazare de un sitio a otro. El proyecto de investigación se desarrolló en los diez meses a partir de ser aprobado por el Honorable Consejo Directivo de la Facultad de Ingeniería en Sistemas, Electrónica e Industrial, desde el 5 de noviembre del 2016 hasta el 5 de septiembre del 2016.


Avances de la tecnología para personas invidentes

En el mundo, hay 253 millones de personas con discapacidad visual, según datos de fines de 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ese total, 36 millones tienen ceguera y 217 millones, discapacidad visual en diferentes niveles, de moderada a grave, también llamada "baja visión". Este último grupo incluye personas que, aun con ayudas ópticas (como anteojos o lentes de contacto), no pueden acceder a la lectoescritura.

Además, solo un 10% de los títulos impresos con tinta se encuentran disponibles en sistema Braille. Se estima que, del total de personas con discapacidad visual, solo el 15% está capacitado para entender ese sistema de lectura y escritura táctil. Por esa razón, la lectura auditiva es el medio principal para acceder a libros impresos, por ejemplo.

En este marco, los grandes avances de la revolución digital, han aportado mucho a las personas invidentes y con baja visión tratando de utilizar las nuevas tecnologías para mejorarles la calidad de vida. La tiflotecnología (tiflo significa 'ciego' en griego) investiga y desarrolla soluciones para estos usuarios, algunos inventos desarrollados son la impresión 3D, anillo para leer el texto, un dispositivo portátil con una cámara y un pequeño altavoz, entre otros.

Estadísticas en Ecuador de personas no evidentes

En Ecuador existen 274 000 personas no videntes, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Sin embargo, el acceso a dispositivos y a herramientas que les permitan una mejor adaptación e inclusión en la cotidianidad es limitado.

Existe un nexo relevante entre la calidad de vida de las personas, sus recursos y la discapacidad visual, a causa que la mayor parte de personas no videntes tienen escasos recursos económicos. Además, una de las principios más comunes son infecciones oculares que pueden suceder de muchas maneras, por lo que las personas de escasos recursos se encuentran más expuestas a virus y bacterias que pueden terminar en una discapacidad visual total o ceguera.

Cañar tiene 37 años y desde los seis quedó ciego. Con la ayuda de su perro y de varios accesorios especiales para no videntes se desenvuelve con normalidad en su vida diaria. Un reloj parlante le permite saber qué día es y a qué hora debe pasar por su hijo Israel de ocho años, para retirarlo de la escuela, aunque reconoce que a veces tiene miedo porque la ciudad no está adaptada para personas no videntes.

María Angélica León, de 33 años, empezó a perder la vista a los 3 años. Sin embargo, su vida está llena de optimismo y mucha voluntad. Con el bastón, la mujer se desenvuelve por sí sola dentro y fuera del hogar. “La gente piensa que como no ves no puedes, pero solo es cuestión de saber lo que quieres y encontrar el modo de poder hacerlo”, señala León. Cocinar, barrer, preparar la comida y ayudar a su hijo Mateo de seis años a hacer las tareas escolares a diario forma parte de su rutina diaria. Para ello, León utiliza ciertas ayudas técnicas, como básculas parlantes para pesar los alimentos, que le indican la cantidad de gramos, etiquetas con código QR para grabar el nombre de los alimentos y saber, mediante un lector parlante, si una lata es de atún o de fruta en almíbar.

León nunca logró conseguir empleo por su discapacidad. Los USD 50 que ella recibe del Bono de Desarrollo Humano los invierte en la educación de su hijo y no le alcanza para más. Actualmente se dedica a vender sánduches en tiendas, parques y establecimientos públicos. Espera pronto conseguir un trabajo que le permita generar mejores ingresos.

El Ecuador se encuentra en el grupo de los primeros países que cuenta con un conjunto de normas y disposiciones, en lo que se refiere al campo de las discapacidades, entre los cuales se encuentra el artículo 47 en el cual se establece claramente “garantizar la atención a personas con discapacidad y la equiparación de oportunidades”.

El CONADIS (Consejo Nacional de Igualdad de Discapacidades) es el organismo que cuenta con políticas para la integración y la verificación de oportunidades, para las personas discapacitadas, entre estas políticas se encuentra, el establecimiento de servicios sociales, información y ayuda a domicilio. Según el estudio realizado en el año 2013 por la Universidad Central en conjunto con el CONADIS, se establece la existencia de 363000 personas con discapacidad visual a nivel nacional.

Los beneficiarios conforman el conjunto de todas las personas que poseen deficiencia visual de la Universidad Técnica de Ambato, especialmente los alumnos de las Facultades de Ciencias Humanas y Jurisprudencia. Este sistema, es una herramienta necesaria para que las personas que tienen este tipo de discapacidad puedan elevar el estado anímico, al sentirse seguros de poder seguir una ruta fija evitando todos los obstáculos presentes en ella como por ejemplo escaleras, postes, también al cruzar la calle se podrá tener una noción de la existencia de un vehículo.

Finalmente, El sistema implementado crea una autonomía en las personas invidentes o personas con deficiencia visual ya que cuenta con dos etapas las mismas tienen un grado de precisión del 90%, el error porcentual restante se debe a factores de calibración y la ubicación cada una de las etapas del sistema. Para tratar de eliminar estas barreras, es necesario integrar a las personas con discapacidad en todos los niveles: a nivel político, social, económico, ya que todas las personas necesitan tener un espacio en la sociedad a pesar de lo que padecen.





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