M. Villalva, G. Segovia, A. Moya, K, Espín
Xavier Brito, docente de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Técnica de Ambato (UTA), realizó la publicación del artículo “La Geopolítica Cinematográfica de los zombis: notas para el debate” el ensayo hace una reseña de la historia de la figura del zombi en el cine, explica la ciencia de este personaje real e imaginario como metáfora para entender el entorno influenciado de conflictos sociales, económicos y políticos comúnmente aceptados, pero no por eso menos alarmantes. ¿Cómo se relaciona un apocalipsis zombi con la pandemia actual del Covid-19?
El Zombi de ayer y hoy: una metáfora multiusos
Películas thriller como Guerra Mundial Z (2013) hasta la más cercana a la situación actual Contagio (2011), tienen un escenario en común en donde la ciencia como arma de doble filo puede despertar un estado de miedo y destrucción hacia los zombis, personaje que tras una mutación se convierte en antagonista de la trama, representan el mal y como enemigos de los no contagiados su muerte está justificada bajo la premisa de que a la final ya no es una persona.
Pero fuera de la gran pantalla, explica Xavier, el zombi contemporáneo representa una crítica al sujeto excluido, el consumo compulsivo, la individualidad y un quiebre de la cotidianeidad, en donde cada uno de nosotros nos convertimos en sospechosos de portar un virus que representa una amenaza a un sistema social. Giorgio Agamben filósofo y teórico cultural denuncia en un artículo para el diario italiano Il manifiesto como la declaración de un estado de excepción por la pandemia Covid-19, bajo una idea de protección puede convertirse en una norma cotidiana para controlar a la población civil y una forma de vulnerar los derechos humanos.
Hablemos de un distanciamiento físico y no social
Evitar en lo posible el contacto con otras personas y mantener un distanciamiento social es la medida más difundida en medios de comunicación de todo el mundo para prevenir un contagio y propagación del Covid-19.
Sin embargo, Brito aconseja que el distanciamiento que se impone por la pandemia no es social, sino físico y que el uso equivocado podría ser interpretado como una forma de discriminación a un sector en específico. Incluso una publicación de la revista estadounidense Science sobre meta-análisis de la literatura científica, expone que el distanciamiento social se refiere a la desconexión total con seres queridos y representa un 29% de probabilidad de mortalidad, esto se debe a que la cercanía con las otras personas puede disminuir o amortiguar consecuencias graves del estrés.
En cambio, pensar en el distanciamiento físico enfatiza María Van Kerkhove, epidemióloga de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la posibilidad de relacionarnos de forma distinta, evitar un contacto físico sin que esto signifique un aislamiento afectivo, una comunicación por medio de cualquier herramienta a nuestro alcance supone sobrellevar momentos de ansiedad y depresión.
Referencias
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