Efecto del ajo en el tratamiento de saprolegniasis en trucha arcoíris
La Saprolegniasis es una condición patológica que afecta a diferentes fases del cultivo de peces de agua dulce e involucra a diferentes especies de hongos pertenecientes al género Saprolegnia. Clínicamente los peces afectados presentan lesiones cutáneas caracterizadas por despigmentación de la piel o de color gris, en los cuales se observa la presencia de estructuras fúngicas que tienen apariencia de “motas de algodón” correspondientes a acumulaciones de hifas. En la actualidad, la ciencia brinda alternativas para prevenir estas lesiones asociados a estrés y condiciones de cultivo deficientes, por esta razón, la carrera de Agronomía ejecutó el proyecto " Efecto del ajo en el tratamiento de saprolegniasis en trucha arcoíris", con el objetivo de mejorar la producción mediante el uso del ajo en el tratamiento del hongo causada por el agente etiológico Saprolegnia en esta especie.
Además, el proyecto propone dar solución a los problemas, aprovechando las bondades farmacológicas del ajo en los criaderos piscícolas de agua dulce y establecer usos correctos de antibióticos que promueven un buen manejo sanitario de las truchas, aportando a la salud pública con alimentos libres.
La trucha arcoíris es originaria del océano Pacífico en América del Norte y se extiende desde Alaska, hasta el límite entre México y California. Esta especie fue introducida en 1874 en las aguas de todos los continentes con propósitos recreacionales para pesca deportiva y para acuicultura.
Como resultado de las importaciones desarrollaron varios linajes, variedades y razas de truchas arcoíris. Otras surgieron a través de selección masiva y entrecruzamiento para mejorar la calidad de los peces destinados al cultivo.
El ajo es originario de Asia, los comerciantes europeos facilitaron su distribución, introduciéndose en el continente americano a finales del siglo XIX por parte de los españoles.
El uso de plantas y sustancias como extractos vegetales, son considerados como la medicina más antigua en el mundo, varias investigaciones afirman que las plantas medicinales tienen eficacia similar a los medicamentos convencionales, incluido el bulbo del ajo.
El extracto de ajo es un producto relativamente nuevo en el mercado, tras una serie de procesos de laboratorio, se obtiene un aceite o extracto de ajo, altamente puro, el cual sirve para condimentar multitud de productos finales. La proporción obtenida para la fabricación de un litro de extracto de ajo esta alrededor de 1000 mg, por lo que es un producto altamente concentrado.
Para la obtención del extracto de ajo se utilizaron 3 técnicas (arrastre de vapor, hidrodestilación y el convencional), siendo este último el más eficiente según los resultados validados por la prueba estadística de ANOVA, mediante el programa SPSS V24, se analizó el tiempo y efecto que causa el ajo en el crecimiento del hongo en el tratamiento.
Desde la antigüedad se le atribuía grandes propiedades curativas al ajo macho, algunas tribus lo llevaban consigo como talismán de la suerte, actualmente se ha creado diferentes productos como esencias, jarabes, aceites, inciensos, jabones, velas, entre otros, que destacan las cualidades curativas y las creencias de los antepasados. De todas las variedades, el ajo macho se destaca gracias a sus propiedades medicinales, ya que presenta grandes cantidades de compuestos azufrados.
La fitoterapia ha demostrado múltiples beneficios para la salud tanto humana como animal, gracias al uso de plantas y sus extractos se ha podido prevenir y controlar numerosas enfermedades. El ajo ha sido sometido a distintos estudios que han demostrado sus propiedades terapéuticas.
Por tal motivo, Johana Paredes desarrollo esta investigación que tiene como objetivo probar el extracto fresco de ajo como fungicida natural sobre Saprolegnia, agente etiológico que causa daños en la piel de las truchas, se realizó en el complejo piscícola “EL PORVENIR” ubicado en la parroquia San Andrés del cantón Píllaro, Provincia Tungurahua.
Se trabajó con peces juveniles distribuidos en 10 por estanque, sumando un total de 15 estanques, con un total de 150 especímenes (peces de 10 a 15 cm de longitud con un peso promedio de 150 a 200 gramos).
Estudios realizados en animales han demostrado que el uso del ajo fresco posee efectos antioxidantes, debido a su capacidad de inhibir la formación de radicales libres, reforzando el mecanismo de captación de radicales endógenos, aumentando las enzimas antioxidantes celulares entre otras características benéficas del ajo.
Dentro de la crianza de truchas existe la presencia de agentes etiológicos que se aprovechan de la susceptibilidad del individuo y son capaces de causar enfermedades, alterando el desarrollo natural del animal, algunas enfermedades de tipo bacteriano son: parasitario y fúngico en la crianza de este tipo de salmónidos.
Las truchas fueron adquiridos del señor Wilfrido Salas, tanto enfermo como sano y fueron utilizados para el proyecto. También, facilitó el manejo diario al realizar los baños de inmersión, fueron colocados en un estanque limpio que estaban aproximadamente 25 días sin alojar trucha arcoíris y previamente desinfectado; los peces escogidos para el experimento tenían un peso aproximado de 120 a 180 gramos y una longitud de 10 a 15 cm.
La inclusión del ajo en el agua controla la enfermedad de la Saprogneliasis que afecta a la trucha juvenil arcoíris bajo la aplicación del tratamiento adecuado para el control de las lesiones macroscópicas en la trucha durante 120 horas de intervalo.
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